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Formas de proteger tus gafas de sol

Formas de proteger tus gafas de sol

La prevención es a menudo el mejor remedio cuando se trata de mantener tus gafas de sol en óptimas condiciones. Hay numerosos pasos que puedes tomar para asegurarte de que tus gafas de sol no sufran rasguños o daños en primer lugar, o que sean menos propensas a hacerlo. Recuerda que "resistente a los rasguños" no es exactamente lo mismo que "a prueba de rasguños", ninguna gafa de sol en cualquier parte del mundo es completamente inmune a la posibilidad de daños. Y así:

  • Guarda tus gafas de sol en su estuche o bolsa original: en general, el estuche original es el mejor lugar para guardar tus gafas de sol, ya que se ajustará perfectamente a tus lentes.

  • Compra una nueva bolsa si pierdes o dañas la original: consideramos que este accesorio es esencial para tus gafas de sol. Una bolsa de microfibra es imprescindible, ya que proporciona protección para tus monturas y es una forma de limpiar tus lentes. Si pierdes la tuya, o si nunca tuviste una (como suele ocurrir con las gafas de sol de segunda mano), considera la posibilidad de comprar nuestra excelente bolsa de almacenamiento de microfibra. Cuenta con un cierre de doble cordón para mantener tus gafas de sol extra seguras y es lo suficientemente grande como para adaptarse a casi cualquier modelo de gafas de sol.

  • Pon tus gafas en ese estuche o bolsa cada vez que no las uses físicamente: este es otro buen hábito para adoptar cada vez que las gafas no se usen físicamente.

  • Coloca tus gafas de sol cuidadosamente sobre una superficie asegurándote de que las lentes estén hacia arriba y no en contacto con la superficie donde se colocan, lo que podría causar rasguños.

  • Asegúrate de que esa superficie también esté seca y limpia.

  • Asegúrate de que los brazos de tus gafas de sol estén abiertos cuando las dejes: esto hará que el par sea lo más estable posible.

  • Revisa los tornillos de tus gafas de sol regularmente: usa un destornillador óptico para esto, y comprueba que los brazos de tus gafas se abran fácilmente pero no se desplieguen por su propio peso. Unos segundos de prueba pueden ahorrarte mucho problema y coste en caso de que las gafas se caigan de tu cara en un momento inoportuno, además de un rasguño seguro o incluso un desastre de rotura.

  • Echa un vistazo dentro de la funda de tus gafas de sol de vez en cuando para asegurarte de que también esté libre de polvo y suciedad. Si ves algo así en el interior, lávalo o límpialo.